Vinos en Querétaro: ¿por qué no cuentan con una certificación especial?

La producción de vinos que gocen de aceptación y puedan ser comercializados depende, inicialmente, del cultivo de uvas de calidad, la materia prima de esta bebida. En algunos casos alrededor del mundo, la particularidad de los suelos y las características del producto obtenido son objeto de una denominación de origen que los hace únicos.

En México, Querétaro se destaca por ser uno de los principales territorios vinícolas, pero no tiene las condiciones que permitirían pensarlo, ¿qué hace que sus vinos sean exitosos?
Cultivar buenas uvas depende del clima adecuado y de tener cultivos de vid a una altura idónea sobre el nivel del mar, entre 0 y 780 metros de altitud, pero en tierras queretanas los vitivinicultores se han visto en la necesidad de apelar a la viticultura extrema a casi 2 mil metros de altitud y en condiciones climáticas adversas, con técnicas que bien valdrían la consideración sobre si la bebida merece una distinción especial.

¿Qué es la denominación de origen y cómo se determina?

Se le da el nombre “denominación de origen” a los vinos que, por sus características de elaboración, variedad de uva y región en la que son producidos, son regulados por un consejo que evalúa el cumplimiento de los requisitos necesarios para comunicar que tienen propiedades particulares.

La “denominación de origen” (D.O.) se da por el nombre de una región, localidad o lugar determinado que haya sido reconocido administrativamente para designar vinos que cumplan una serie de condiciones particulares. Actualmente, tal reconocimiento administrativo es concedido por la Comisión Europea con base en estándares estrictos que los vinos deben cumplir.

¿Qué se evalúa para conceder una denominación de origen?

1. Las uvas con las que son elaborados deben proceder de la región, localidad o lugar determinados.
2. Deben tener un elevado prestigio comercial y ser muy reconocidos por su origen.
3. Es necesario que ofrezcan alta calidad y características propias que se deban tanto a la región de procedencia como a la forma de elaborarlos, considerando factores naturales y humanos.
4. Deben elaborarse dentro de la región geográfica definida al conceder la denominación de origen y las uvas con las que se producen tienen que ser provenientes de variedades Vitis vinífera.

Antes de abordar la consideración de los requisitos para conceder una denominación de origen, las autoridades europeas establecen otros factores necesarios:

• Que la región haya sido reconocida previamente como productora de vino con indicación geográfica protegida (IGP), con una antelación de, al menos, cinco años. 
• Los terrenos en los que se lleva a cabo la producción deben ser dedicados exclusivamente al cultivo de la vid.
• La gestión de la denominación de origen deberá encomendarse a un órgano denominado Consejo Regulador, que legisla en la materia a través de sus reglamentos, disposiciones, órdenes ministeriales y decretos o leyes orgánicas. Los Consejos Reguladores velan por el cumplimiento de las regulaciones.

Denominación de origen calificada

Adicionalmente, en paralelo con la denominación de origen, existe la denominación de origen calificada, reservada para vinos que hayan alcanzado altos estándares de calidad durante periodos de tiempo prolongados. Para esta calificación hay requisitos adicionales:

• Deben haber transcurrido al menos 10 años desde el reconocimiento de denominación de origen.
• Los vinos se deben embotellar exclusivamente en las bodegas inscritas y ubicadas en la zona geográfica delimitada para la denominación de origen.
• El organismo de control deberá ejecutar un sistema cualitativo y cuantitativo para regular el proceso de comercialización, desde la producción hasta la salida al mercado. 

La especificidad de las normas y requisitos establecidos para conceder una denominación de origen, o un equivalente, es la causa de que las propiedades de los vinos elaborados en la altura de Querétaro, con características y sistemas propios de producción, no puedan obtener una etiqueta o certificación propia.

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