¿Por qué es importante proteger los derechos de autor en obras artísticas, literarias y software?

Al crear una obra literaria o artística tienes derecho a usarla y explotarla, pero para ello, es recomendable protegerla o registrarla conforme a la Ley Federal del Derecho de Autor ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR). Además, si alguien hace mal uso de tu creación, puedes demandar por ello y, probablemente, obtener una compensación o regalía por su uso y/o explotación.

Muchos autores no conocen los beneficios de registrar sus obras, y no realizan este trámite porque piensan que es muy complicado. A continuación, te compartimos por qué es tan importante llevarlo a cabo.

¿Qué protegen los derechos de autor?

Las obras protegidas por el derecho de autor de acuerdo a la Ley Federal del Derecho de Autor, son:

• Obras literarias, por ejemplo, las novelas, los poemas, las representaciones, las obras de referencia o los artículos periodísticos.
• Composiciones musicales, con o sin letra.
• Obras dramáticas y dramático-musicales, las coreografías, las obras teatrales en general.
• Obras cinematográficas y cualquier obra audiovisual.
• Esculturas, pinturas, dibujos, grabados, novelas gráficas, comics y demás obras plásticas.
• Planos, maquetas y diseños de obras arquitectónicas y de ingeniería.
• Gráficos, mapas y diseños relativos a la topografía y la geografía.
• Obras fotográficas.
• Programas informáticos y bases de datos.

Las ideas por sí solas no son objeto de protección. Es por ello que toda idea debe desarrollarse de una forma artística o literaria para que pueda ser registrada y protegida conforme a la LFDA.

Tipos de derechos de autor

El derecho de autor se conforma de dos derechos: patrimoniales y morales.

Los derechos patrimoniales permiten que el titular de la obra obtenga una compensación o regalía si su obra es utilizada por terceros. Estos derechos pueden ser transmitidos o ser objeto de licencias de uso, exclusivas o no exclusivas.

Con ellos, el autor puede prohibir o autorizar:

• la reproducción de su obra de varias formas, por ejemplo, la publicación impresa o digital.
• la interpretación o ejecución pública.
• la grabación de la obra.
• la difusión, por ejemplo, por radio, televisión o streaming.
• la traducción a otros idiomas.
• la adaptación de la obra, por ejemplo, una novela adaptada para un guión.

A través de los derechos morales, el autor puede exigir respeto a la obra, oponiéndose a cualquier deformación, mutilación u otra modificación; determinar si será divulgada y en qué forma, o si se mantendrá inédita; incluso permite retirar la obra del comercio. Estos derechos no pueden transmitirse ya que son intrínsecos al autor.

Aunque al momento de crear una obra y de fijarla en un medio tangible, tienes derechos sobre ella, es de suma importancia contar con el registro correspondiente ante el INDAUTOR para defender tu autoría. Por ello, lo más recomendable es registrarla para dejar por sentado de manera indiscutible una fecha concreta de la creación, la autoría y el contenido de la obra..

En De Hoyos Koloffon® te apoyaremos durante todo el proceso y te ayudaremos a obtener el reconocimiento de tus obras.

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