La patente es la vía única que le otorga al inventor el derecho exclusivo de la fabricación y comercialización del invento o concepto inventivo. Ya hemos hablado en el blog sobre cómo patentar un invento, pero, una vez que fue aprobado ¿qué sigue?
De acuerdo con el Manual de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) para la redacción de solicitudes de patentes, existen tres estrategias de para patentar un invento, se trata de una serie de acciones legales que los inventores pueden ejercer para proteger sus conceptos inventivos, creaciones y descubrimientos una vez que estos fueron aprobados.
¿Por qué es importante tener una estrategia? Porque la valoración de las patentes está relacionada con la estrategia, de hecho, en palabras de la OMPI, la mayoría de las patentes fracasan por la deficiente calidad de las reivindicaciones y un estado de la técnica demasiado cercano.
Una sola patente pocas veces es capaz de posicionarse en una industria o liderar un segmento determinado de la misma, la estrategia de patentamiento es clave para evitar el design around, es decir, que los competidores elaboren su propia solicitud de patente evitando las limitaciones impuestas anteriormente y que elaboren un producto similar sin que constituya una infracción.
Si tu patente ha sido aprobada, te compartimos algunas de las estrategias recomendadas por la OMPI que puedes implementar:
Patente de bloqueo ofensivo para atacar a competidores
Se refiere a que, por medio de la venta de los productos, los titulares de la patente pueden actuar contra los posibles infractores. Es muy común que los titulares también sean fabricantes, de este modo, a través de una buena redacción de patente, pueden provocar que cuando los competidores diseñen sus propios productos evitando las limitaciones impuestas, estos sean de calidad inferior o que deba obtener las licencias para elaborarlos.
A esta estrategia también se le conoce como “la diferencia de los 2 dólares” porque, cuando se impone una estricta concesión de licencias, el titular le resta dinero a los competidores que podían haberlas aplicado en sus propios desarrollos.
Al implementar esta táctica, el titular de la patente debe considerar la normativa de jurisdicción correspondiente, ya que es posible que ahí se establezca que debe explotar la patente, y en caso de que no lo haga, se arriesga a que se le imponga una licencia obligatoria.
Patentamiento defensivo contra juicios por infracción
Por regla general, una patente no logra que el titular sea el único que pueda fabricar un producto determinado, lo que hace, es que decida quién no puede poner en práctica la invención protegida. Pero, como lo menciona la OMPI, en algunos casos las patentes actúan como instrumentos defensivos frente a competidores que son titulares de una patente y los hace desistir de una demanda por infracción por temor a una contrademanda.
Cuando una compañía es titular de una gran cantidad de patentes, es usual que entre ella y sus competidores se otorguen licencias mutuas, las cuales pueden incluir el pago de regalías o establecer limitaciones específicas, como el campo de uso. De este modo, el titular de la patente protege su invención y asegura sus ganancias: si otros la explotan en su mismo campo puede iniciar una demanda por infracción.
Una recomendación de la OMPI para quienes quieran utilizar esta estrategia es construir un modelo de los distintos escenarios económicos antes de explotar las patentes, así, el titular puede establecer cómo aprovechar mejor los derechos de propiedad industrial de cada producto.
Técnicas de “design around” (eludir las limitaciones)
Como ya lo mencionamos, la importancia de las estrategias recae en la protección y los alcances que otorgan las reivindicaciones de la patente, por lo tanto, si se quiere emplear la técnica de “design around”, tendrá que efectuarse un análisis minucioso de:
- El estado de la técnica.
- La memoria descriptiva.
- El expediente de tramitación.
De este modo el titular podrá verificar si hizo alguna declaración perjudicial sobre la invención.
El encargado del análisis debe ser, tanto un ingeniero como un abogado especialista en propiedad industrial para que determine el significado preciso de lo redactado en la reivindicación de la patente y aplique las leyes de la jurisdicción correspondiente.
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