La propiedad intelectual está presente en cada aspecto de la industria cinematográfica; sin embargo, el desconocimiento de los derechos de autor puede provocar que los creadores pongan en riesgo su obra.
Todos los engranajes que hacen que la industria del cine se mantenga en movimiento y con vida tienen que ver con la propiedad intelectual, a través de estos derechos, los productores son capaces de obtener financiamiento para realizar las películas, y gracias al reconocimiento de su autoría, los guionistas, directores, animadores, actores, y más involucrados pueden vivir de ello.
La LEY Federal del Derecho de Autor (LFDA) considera autores de una obra cinematográfica al director, guionista, compositor musical, fotógrafo y/o caricaturistas que están involucrados en el proyecto, por ello, es importante que los contratos estén bien estipuladas las limitaciones para que se establezca claramente dónde empiezan y terminan los derechos y obligaciones de cada uno.
Por otro lado, también entra a escena el productor, quien, aunque no funge como autor de la obra, también tiene derechos sobre ella, ya que es el encargado de transformar la creación en un concepto comercial, obtener financiamientos para realizar la película y conceder los derechos de distribución.
Por ejemplo, los derechos patrimoniales, aquellos que otorgan la facultad para explotar economicamente la obra, pertenecen al productor a menos que se pacte lo contrario desde un inicio, por eso debe haber una negociación clara de las licencias y cesión de derechos de autor. Por medio de los contratos se estable cómo serán remunerados los autores: a través de un pago fijo y/o obtener un porcentaje de las regalías.
<< Las dudas más comunes sobre los derechos de autor >>
Cómo interviene la propiedad intelectual al realizar una película
Los derechos de autor para guionistas
Toda historia empieza con un guión, el cual puede ser una idea original o estar basado en otra obra (novela, cuento, obra de teatro, comic), en cualquier caso, el productor es el encargado de contratar un guionista para que desarrolle un concepto o, en algunos casos, impulsa un guión que está listo para rodaje.
Si la película es una adaptación, antes de empezar el proyecto, el productor debe establecer un acuerdo por el cual establezca que el autor de la obra base le concede, durante un plazo determinado, el derecho a producir una película. Si está de acuerdo y se hace la película, se le pagará la cantidad acordada por el derecho ininterrumpido a utilizar la obra para la película.
Los derechos de autor para directores
Para que la película obtenga los financiamientos necesarios para realizarla, es necesario que exista una clara cadena de titularidad, sin ella, será prácticamente imposible venderla. Además de contratar a un guionista, el productor debe encontrar un director y negociar su contrato, ya que, en algunas jurisdicciones, el director es considerado como autor y copropietario, por lo tanto, es común que además de recibir un salario establecido, también obtengan regalías por la distribución.
Los derechos de autor para los actores
El productor también está involucrado en la contratación de los actores, quienes cuentan con los derechos conexos, que autorizan o prohíben el uso de su participación, y los defienden ante cualquier deformación de su actuación que dañe su reputación. Por eso es importante definir bien las cláusulas contractuales, considerando que la película pasará por una sala de edición.
Los derechos de autor en la distribución
Una vez que se ha realizado la película, es momento de que se distribuya. No existe un acuerdo de distribución estándar, así que el productor deberá establecer convenios particulares con cada distribuidor, por ejemplo, elaborar un contrato con una cadena de cine para que proyecte la película en las salas locales, y conceder licencias a televisoras o plataformas de streaming.
Como ves, en cada paso para realizar una película es importante contar con el registro de derechos de autor y la asesoría de abogados especializados en propiedad intelectual, para que estas garantías se respeten y beneficien a todos los involucrados.
El desconocimiento de sus derechos y obligaciones legales puede dejar vulnerables a los creadores y hacerlos caer en una mala negociación, y en México, es muy común que los directores y productores no estén conscientes de la importancia de la firma de contratos, ya que es muy común que se trabaje por acuerdos verbales.
En De Hoyos Koloffon® ayudamos a creadores y productores a cada paso del camino, los asesoramos desde un inicio y les brindamos un servicio integral de prevención, administración y de defensa de los derechos de propiedad intelectual.
¡Ponte en contacto con nosotros!
